LAS BUENAS COSTUMBRES Y EL SANO AHORRO
Tengo pocas buenas costumbres: correr por las mañanas con mis miniperros (más bien el que corre soy yo mientras ellos buscan miniperras en celo por el parque), actualizar este blog, escribir poemas y meterlos en la hucha, y pocas más. Lo otro son vicios, supongo: el ron Capitán Morgan, los Farias, etcétera. Bueno, yo prefiero llamarlo "aficiones".
Si estoy escribiendo esto es más bien por costumbre, ya se van haciendo una idea, porque aventuras lo que se dice aventuras estoy corriendo pocas últimamente. Pero ya que he mencionado el tema de la hucha, les cuento que me he hecho con una caja una hucha de poemas. Como toda hucha, ésta sirve para ahorrar: ahorrar poemas, es decir, no empezar a retocarlos, juntarlos, componer plaquettes, enviarlos a concursos, revistas, editoriales, dárselos a leer a mis amigos y esparcirlos por el mundo... cuando en realidad no son muy buenos y merecerían caer bajo el hacha en el proceso de construcción de un buen poemario. Los buenos poemarios se hacen sobre todo con dos cosas: muchísimos poemas y un hacha. Así que hay que ahorrar.
Por lo tanto y al ritmo de unos diez - quince proyectos de poema por semana, la hucha va engordando. Y yo no tengo ninguna prisa en abrirla. Sin embargo, lo harán ustedes participando en un concurso que se me acaba de ocurrir: el día en que algún lector de Poesía y macarrones conteste la siguiente pregunta:
¿Qué famoso poeta y en qué fecha se embarcó en el atolón de Palmira en el velero escocés Wandering Chief con destino Liverpool?
abriré la caja y le dedicaré el primer poema que salga al afortunado concursante.
Envíen sus respuestas en los comentarios, para que el proceso resulte transparente (no es cosa de pagar notarios), y no olviden identificarse correctamente si quieren salir en el libro.
Si estoy escribiendo esto es más bien por costumbre, ya se van haciendo una idea, porque aventuras lo que se dice aventuras estoy corriendo pocas últimamente. Pero ya que he mencionado el tema de la hucha, les cuento que me he hecho con una caja una hucha de poemas. Como toda hucha, ésta sirve para ahorrar: ahorrar poemas, es decir, no empezar a retocarlos, juntarlos, componer plaquettes, enviarlos a concursos, revistas, editoriales, dárselos a leer a mis amigos y esparcirlos por el mundo... cuando en realidad no son muy buenos y merecerían caer bajo el hacha en el proceso de construcción de un buen poemario. Los buenos poemarios se hacen sobre todo con dos cosas: muchísimos poemas y un hacha. Así que hay que ahorrar.
Por lo tanto y al ritmo de unos diez - quince proyectos de poema por semana, la hucha va engordando. Y yo no tengo ninguna prisa en abrirla. Sin embargo, lo harán ustedes participando en un concurso que se me acaba de ocurrir: el día en que algún lector de Poesía y macarrones conteste la siguiente pregunta:
¿Qué famoso poeta y en qué fecha se embarcó en el atolón de Palmira en el velero escocés Wandering Chief con destino Liverpool?
abriré la caja y le dedicaré el primer poema que salga al afortunado concursante.
Envíen sus respuestas en los comentarios, para que el proceso resulte transparente (no es cosa de pagar notarios), y no olviden identificarse correctamente si quieren salir en el libro.
7 comentarios
Horacio en persona -
hautor -
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hautor -
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