HUELLAS DE THOREAU, HUELLAS DE RIMBAUD

Luego, navegando por la procelosa blogosfera, me encuentro una nota en el blog de Trapo recordando a Thoreau y su Walden. Una cosa y otra me llevan a un elogio de las cosas sencillas en forma de breve nota mental (y de entrada de este blog). Et in Arcadia ego me solazo.
A continuación, cuando creo tener un bonito post y tal me encuentro con que el amigo Hautor ha traducido un poema inédito de Arthur Rimbaud que el poeta conservó consigo toda su vida y que apareció en las maletas del último viaje que hizo, de vuelta a casa, enfermo, a través de media África y media Europa.
Y claro, dudo mucho, pero al final pulso el botón de publicar.
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