Blogia
Poesía y Macarrones

LA PREGUNTA DEL MILLÓN

LA PREGUNTA DEL MILLÓN Me acabo de morir. Subo al cielo. Me recibe San Pedro. Me dice que todo bien, que tengo todos los papeles, que puedo pasar pero que Dios quiere verme un momento antes. Me planto ante El Ojo en el Triángulo y le pregunto que qué quiere. Me dice que concederme un don, que le caigo simpático, que ha estado leyendo mi poesía desde 1992 (a lo cual yo levanto una ceja con incredulidad, porque nadie ha podido con esos pseudopoemas que yo le escribía a la luna y a las guitarras), que sabe que me he estado haciendo preguntas y que me va a conceder el privilegio de responderme a una, sólo una pero la que yo quiera, y que tenga en cuenta que la respuesta va a ser definitiva, nada de ambigüedades ni semicertezas ni relativismos: la Palabra del Supremo. Sea cual sea el tema de la pregunta, además, tanto el sentido de la vida como la fórmula de la Coca Cola. Y yo, inmediatamente, le pregunto por qué diablos en 1996 después de ver a Los Planetas por primera vez (todavía tocaba el bajo la tía aquélla de espaldas), un tío cuyo nombre no recuerdo pero cuya cara de gilipollas aún viene a mí en ciertas pesadillas entabló conmigo la siguiente conversación:

- Menuda mierda, ¿no? No sé ni por qué he venido.
- ¿Pero qué dices? ¡Si ha estado de puta madre! ¡No he pegado más saltos en mi vida!
- Pa mí ya se han acabao los Planetas. Qué patéticos. Y además me han dicho que salen en los 40.
- ¿No te vas a comprar el disco?
- ¿El disco? Ni de broma. Ya piqué con el Súper 8. Creía que no podían cagarla más, y estaba equivocado.
- ¿Tampoco te gusta el Súper 8? ¿Pero entonces por qué me has dicho hace un rato que los Planetas cuando molaban era hace dos años?
- Claro. Cuando sacaron el Medusa. Entonces sí que eran de puta madre.

¿Por qué, señor, por qué? Anda, respóndeme ésa, si tienes cojones.

0 comentarios