TEMA: SIN TEMA
Escribir sin tema es como conducir en un estado de embriaguez absoluta, como saltar de la cubierta del barco, como jugar la final del campeonato mundial de ping pong contra un chino sonriente: uno no tiene ni puta idea de adónde va, en el fondo sospecha que hacia el desastre, más en el fondo aún piensa que, de llegar a alguna parte, será por puritito milagro.
Esos paseos por el abismo tienen un matiz heroico. Es el heroísmo que sólo dan el aburrimiento o la desesperación, y sospecho que muchos de mis grandes nombres (los cinco del post anterior y muchos otros) lo han practicado ampliamente, con todo el morro del mundo, funambulistas a doscientos metros de altura que ni siquiera saben si el otro extremo del cable está atado. Y llevan los ojos tapados. Y se desata una tormenta.
Más o menos así me gustaría escribir también a mí. Y si no puede ser, por lo menos que caiga una tormenta, que falta hace.
Esos paseos por el abismo tienen un matiz heroico. Es el heroísmo que sólo dan el aburrimiento o la desesperación, y sospecho que muchos de mis grandes nombres (los cinco del post anterior y muchos otros) lo han practicado ampliamente, con todo el morro del mundo, funambulistas a doscientos metros de altura que ni siquiera saben si el otro extremo del cable está atado. Y llevan los ojos tapados. Y se desata una tormenta.
Más o menos así me gustaría escribir también a mí. Y si no puede ser, por lo menos que caiga una tormenta, que falta hace.
3 comentarios
Horacio en persona -
jose -
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