LOTERÍA

A la larga, en cambio, hasta eso cansa, porque las respuestas que nos damos se van repitiendo: me compraría un piso en Murcia, una casa en Cabo de Palos, un pedazo de coche, una Harley, me dedicaría a viajar, etcétera etcétera. Pero con estos sorteos que pagan de poco en poco todavía hay espacio para la imaginación: qué harías con un millón al mes, en qué lo invertirías, qué ritmo de vida llevarías. Qué bueno.
Ahora yo, si pudiera (y para poder tendría que convertirme en una especie de dios o algo así), haría sorteos más interesantes. Por ejemplo, habría un sorteo cuyo premio fuera escribir diez poemas-tigre al mes. Otro te tentaría con cincuenta quiquis al mes, garantizados, con una o varias parejas, eso da igual, para toda la vida (bueno, supongo que, pasados los setenta, el premio se convertiría un poco en una maldición, je je je). Un premio de seiscientos minutos de absoluta felicidad al mes, como un bono que pudieras usar a tu antojo. Diez discos nuevos, de ésos que te cambian la vida, al mes, garantizados, de autores que ya conoces o de nuevos... Yo jugaría.
Si se les ocurre algún premio de este tipo al que jugarían de cabeza, me lo comentan, a ver qué puedo hacer, yo que conozco gente en el mundillo.
3 comentarios
Hell -
josé -
no estaría mal tampoco incluir castigos o condenas, si jugamos, jugamos, premio garantizado, pero no siempre bueno.
Ella y su orgía -
Tampoco estarían mal como premio cien respuestas ingeniosas, cuarenta y cinco metáforas, cuarto y mitad de olvido, y calma, mucha calma.