MANCHAS EN LA PARED
Dicen que los enfermos acaban por encontrar siluetas de gente en las manchas en la pared junto a sus camas. Rodeado de mapas de carretera de toda Europa colgados por las paredes, me ocurre algo parecido, y tiendo a pensar en el continente como una red arterial de autopistas que enlazan núcleos urbanos. Como en un organismo al descubierto, venas y grumos de grasa o algo así.
Francia, en cambio, parece una estructura neuronal, con todas esas capitales de provincia tan equidistantes. Las conexiones entre ellas conforman triángulos de un modo sumamente regular.
En Alemania hay un caos de ciudades entrelazadas, desde Bonn al sur hasta Dortmund al noreste: el grumo de grasa más grande de Europa.
El tamaño de Londres, entendida ésta en un concepto amplio (es decir, con la autopista de circunvalación más exterior), es de aproximadamente un cuarto del tamaño total de Inglaterra.
Rumbo al este, los amontonamientos se disuelven. Allí la gente sufre menos de colesterol, por lo que se ve. La transición es muy suave, y llegando a Rusia las autopistas y la acumulación urbana desaparecen. Tampoco llegan jamás noticias de esa inmensa Rusia que queda al este de Moscú. Visualizo un lugar en la tierra sin ciudades, autopistas ni noticias, y me gustaría irme allí de vacaciones. Qué palabra más bonita: vacaciones.
Hungría y el norte de Serbia son una especie de sartén extremadamente plana.
El centro de Irlanda, como el de España, está deshabitado.
Francia, en cambio, parece una estructura neuronal, con todas esas capitales de provincia tan equidistantes. Las conexiones entre ellas conforman triángulos de un modo sumamente regular.
En Alemania hay un caos de ciudades entrelazadas, desde Bonn al sur hasta Dortmund al noreste: el grumo de grasa más grande de Europa.
El tamaño de Londres, entendida ésta en un concepto amplio (es decir, con la autopista de circunvalación más exterior), es de aproximadamente un cuarto del tamaño total de Inglaterra.
Rumbo al este, los amontonamientos se disuelven. Allí la gente sufre menos de colesterol, por lo que se ve. La transición es muy suave, y llegando a Rusia las autopistas y la acumulación urbana desaparecen. Tampoco llegan jamás noticias de esa inmensa Rusia que queda al este de Moscú. Visualizo un lugar en la tierra sin ciudades, autopistas ni noticias, y me gustaría irme allí de vacaciones. Qué palabra más bonita: vacaciones.
Hungría y el norte de Serbia son una especie de sartén extremadamente plana.
El centro de Irlanda, como el de España, está deshabitado.
3 comentarios
Horacio en persona -
Si lo piensas es la misma naturaleza la que los ha metido en el mismo saco. Y bueno, tampoco se llevan tan mal, ¿no? (para ser los Balcanes).
Pistacho Magyar -
De hecho, húngaros y serbios en el mismo saco, es bastante arriesgado.
Es como meter a todos los nacionalistas catalanes y vascos en una sauna.
vicente luis mora -