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Poesía y Macarrones

TAGLIATELLE AI FUNGHI

TAGLIATELLE AI FUNGHI Ni idea de por qué le he puesto este título a este post, por el sonido será: tagliatelle ai funghi, qué bonito, ¿no?

En realidad yo de lo que quería hablar es de mi poema de los buceadores. Llevo con él, dándole vueltas y vueltas en la cabeza, desde diciembre. Salen unos buceadores, desplazándose a su peculiar manera por el fondo del mar, y pensando en sus cosas. Pero me he acostumbrado hasta tal punto a pensar en él que dudo que algún día pueda sentarme a escribirlo (el último paso del proceso). A veces me digo que es malo. Otras, que es un plagio de Justo Navarro (a quien adoro como poeta, no tanto como novelista, y quien me ha enseñado un alto porcentaje de todo lo que sé). Otras, que es tan bueno que me va a abrir las puertas del Hiperión, la fama y el dinero. Pero sigue por ahí dentro, debajo del mar, y la verdad es que a este ritmo de meses y meses por poema no voy a acabar un libro ni para dos mil quince.

Los buceadores hablan entre sí (un detalle un poquito de ciencia ficción, la verdad), y se dicen que si siguen adelante no es ya por los tesoros submarinos ni las cuevas de coral, sino por la imagen de una playa de arena seca, el desayuno servido por bellas muchachas polinesias y ropa recién planchada. Todavía no sé el final.

1 comentario

Kwin -

Acabo de descubrir tu blog, y aunque la poesía no es lo mío (tal vez no la he probado lo suficiente), me ha gustado tu forma de mezclar la gastronomía con la literatura, la vida con las letras, los macarrones con el tomate...
Te seguiré leyendo.